lunes, 30 de diciembre de 2013

FRANCISCO HUELVA RESEÑA BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES DE MORALES LOMAS EN IBERARTE




Bajo el signo de los dioses, de Francisco Morales Lomas

Escrito por Francisco Huelva el . Publicado en Literatura
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MaloBueno 
paco huelvaUna novela ambientada en los siglos XVI y XVII, nos descubrirá que las virtudes y defectos de los que nos hacemos llamar seres humanos.
Todo sistema, todo orden… es represivo, ha de serlo por naturaleza. Pero el acondicionamiento de las normas conductuales a determinadas pautas debe permitir el ejercicio de las libertades públicas tanto individuales como colectivas. Esto que hablamos, que en los países democráticos es (o debiera ser) normal y está recogido en Cartas Magnas que establecen los deberes de la ciudadanía para con los demás y los derechos mínimos que el Estado ha de garantizar a ésta por el mero hecho de la pertenencia a un territorio, no es en nuestros días la norma sino la excepción. Es decir, si miramos en redor, los derechos básicos de la ciudadanía son pisoteados aquí y allá tanto por grupos de presión, malhechores organizados o dictaduras de izquierdas o de derechas, que tanto monta para estos menesteres.

El abuso de poder, el desmedido ejercicio de la fuerza, la intimidación ostentosa, la expansión del virus del miedo en el cuerpo social, la falta de instrucción pública, el pánico a lo desconocido, el hambre, la miseria… son herramientas utilizadas por el poder en todo tiempo y lugar, desde que decidimos vivir en hordas, en clanes, para mejor defendernos de los demás… de los otros… de los diferentes.
Si esto resulta ser así a día de hoy, como padecemos en carne y mente propia, imaginemos cómo serían las relaciones sociales en la “España” de los siglos XVI y XVII. Esa es la última propuesta de Francisco Morales Lomas en Bajo el signo de los dioses (Alcalá Grupo Editorial), una novela que, junto a Cautivo y Puerta Carmona, componen la trilogíaImperio del sol.
Bajo-el-signoMorales Lomas es catedrático de Lengua Castellana y Literatura, doctor en Filología Hispánica, licenciado en Derecho, licenciado en Filosofía y Letras y profesor de la Universidad de Málaga.
En Bajo el signo de los dioses Morales Lomas adapta el lenguaje de una manera preciosista al tiempo histórico en que se desenvuelve la trama que narra. En la misma aparecen truhanes callejeros, asuntos de caballería -esos que ridiculizó tan majestuosamente Cervantes con el Quijote-, osados ministriles que roban cuanto pueden, cándidos aristócratas, enredos amorosos, ladrones de guante blanco, analfabetos poderosos, curas ilustrados, inquisidores sin alma, y, también, lo que hace del texto una obra inmersa en la literatura de todos los tiempos… un lugar de encuentro, para plumas tan enconados entre sí y tan dispares en sus posicionamientos político filosóficos como Lope de Vega, Cervantes, Quevedo, Góngora, Mateo Alemán, Ovidio o Aristóteles.
Libro de poderosa narrativa, el lector puede visualizar (no en vano Morales Lomas es aparte de un reconocido poeta, novelista y ensayista, un magnífico dramaturgo), como en un corral de comedias, el Madrid de la Corte y un provinciano Valladolid en la cúspide de una época, que, sin embargo, anuncia el desastre y la decadencia de la España imperial. Un Madrid lleno de mesones y de tascas, de calles embarradas en invierno, sucias y malolientes, de barraganas, de ejecuciones en plazas públicas, de enfermedades y epidemias que se llevan por delante a cientos de miles de personas y para las que no hay remedio, y que, los curas, siempre barriendo para el presbiterio propio, utilizaban para proclamar el castigo de Dios ante un pueblo que no seguía los designios de los que administraban la palabra del Altísimo.
La escritura de Bajo el signo de los dioses anuncia el conocimiento exhaustivo de una época por parte del autor, y, también, la lectura de infinidad de textos literarios, históricos, religiosos y filosóficos que vienen a la postre a conformar la sólida estructura en la que se enmarca la novela, cuya coreografía muestra las luces y las sombras de un lugar y de un tiempo que el lector puede imaginar, ya fueran reales o ficticios, que, como sabemos, poco o nada importa en literatura.
Pero hay algo más en esta novela. Y es la semejanza con el tiempo que vivimos. Tiempo de secesiones, de falta de liderazgos, de truhanes y de ladrones, de iglesias cómplices, de retrocesos éticos, de monarquía cuestionada, de líderes políticos y sindicales señalados por la Justicia, de magistrados comprados, de hambruna en el pueblo, de ganancia de las corporaciones (bancarias, eléctricas…), de ausencia de derechos, de rotura… de quiebra del bienestar social.
Bajo el signo de los dioses es, como se dijo, una novela ambientada en los siglos XVI y XVII, pero, una lectura mesurada nos descubrirá que las virtudes y defectos de los que nos hacemos llamar seres humanos, han cambiado bien poco tanto en lo individual como en lo colectivo con el paso de los siglos.

Francisco Huelva
minombre.es/pacohuelva

martes, 24 de diciembre de 2013

FRANCISCO HUELVA RESEÑA BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES DE F. MORALES LOMAS

http://minombre.es/pacohuelva/2013/12/24/bajo-el-signo-de-los-dioses-de-francisco-morales-lomas/comment-page-1/#comment-4986


Bajo el signo de los dioses, de Francisco Morales Lomas

El miedo tenía muchos ojos…
(FML)
Todo sistema, todo orden… es represivo, ha de serlo por naturaleza. Pero el acondicionamiento de las normas conductuales a determinadas pautas debe permitir el ejercicio de las libertades públicas tanto individuales como colectivas. Esto que hablamos, que en los países democráticos es (o debiera ser) normal y está recogido en Cartas Magnas que establecen los deberes de la ciudadanía para con los demás y los derechos mínimos que el Estado ha de garantizar a ésta por el mero hecho de la pertenencia a un territorio, no es en nuestros días la norma sino la excepción. Es decir, si miramos en redor, los derechos básicos de la ciudadanía son pisoteados aquí y allá tanto por grupos de presión, malhechores organizados o dictaduras de izquierdas o de derechas, que tanto monta para estos menesteres.
El abuso de poder, el desmedido ejercicio de la fuerza, la intimidación ostentosa, la expansión del virus del miedo en el cuerpo social, la falta de instrucción pública, el pánico a lo desconocido, el hambre, la miseria… son herramientas utilizadas por el poder en todo tiempo y lugar, desde que decidimos vivir en hordas, en clanes, para mejor defendernos de los demás… de los otros… de los diferentes.
Si esto resulta ser así a día de hoy, como padecemos en carne y mente propia, imaginemos cómo serían las relaciones sociales en la “España” de los siglos XVI y XVII. Esa es la última propuesta de Francisco Morales Lomas en Bajo el signo de los dioses (Alcalá Grupo Editorial), una novela que, junto a Cautivo y Puerta Carmona, componen la trilogía Imperio del sol.
Morales Lomas es catedrático de Lengua Castellana y Literatura, doctor en Filología Hispánica, licenciado en Derecho, licenciado en Filosofía y Letras y profesor de la Universidad de Málaga.
En Bajo el sigo de los dioses Morales Lomas adapta el lenguaje de una manera preciosista al tiempo histórico en que se desenvuelve la trama que narra. En la misma aparecen truhanes callejeros, asuntos de caballería -esos que ridiculizó tan majestuosamente Cervantes con el Quijote-, osados ministriles que roban cuanto pueden, cándidos aristócratas, enredos amorosos, ladrones de guante blanco, analfabetos poderosos, curas ilustrados, inquisidores sin alma, y, también, lo que hace del texto una obra inmersa en la literatura de todos los tiempos… un lugar de encuentro, para plumas tan enconados entre sí y tan dispares en sus posicionamientos político filosóficos como Lope de Vega,CervantesQuevedo, GóngoraMateo Alemán, Ovidio o Aristóteles.
Libro de poderosa narrativa, el lector puede visualizar (no en vano Morales Lomas es aparte de un reconocido poeta, novelista y ensayista, un magnífico dramaturgo), como en un corral de comedias, el Madrid de la Corte y un provinciano Valladolid en la cúspide de una época, que, sin embargo, anuncia el desastre y la decadencia de la España imperial. Un Madrid lleno de mesones y de tascas, de calles embarradas en invierno, sucias y malolientes, de barraganas, de ejecuciones en plazas públicas, de enfermedades y epidemias que se llevan por delante a cientos de miles de personas y para las que no hay remedio, y que, los curas, siempre barriendo para el presbiterio propio, utilizaban para proclamar el castigo de Dios ante un pueblo que no seguía los designios de los que administraban la palabra del Altísimo.
La escritura de Bajo el signo de los dioses anuncia el conocimiento exhaustivo de una época por parte del autor, y, también, la lectura de infinidad de textos literarios, históricos, religiosos y filosóficos que vienen a la postre a conformar la sólida estructura en la que se enmarca la novela, cuya coreografía muestra las luces y las sombras de un lugar y de un tiempo que el lector puede imaginar, ya fueran reales o ficticios, que, como sabemos, poco o nada importa en literatura.
Pero hay algo más en esta novela. Y es la semejanza con el tiempo que vivimos. Tiempo de secesiones, de falta de liderazgos, de truhanes y de ladrones, de iglesias cómplices, de retrocesos éticos, de monarquía cuestionada, de líderes políticos y sindicales señalados por la Justicia, de magistrados comprados, de hambruna en el pueblo, de ganancia de las corporaciones (bancarias, eléctricas…), de ausencia de derechos, de rotura… de quiebra del bienestar social.
Bajo el signo de los dioses es, como se dijo, una novela ambientada en los siglos XVI y XVII, pero, una lectura mesurada nos descubrirá que las virtudes y defectos de los que nos hacemos llamar seres humanos, han cambiado bien poco tanto en lo individual como en lo colectivo con el paso de los siglos.
Paco Huelva
Diciembre de 2013

martes, 17 de diciembre de 2013

PALOMA FERNÁNDEZ GOMÁ RESEÑA BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES DE F. MORALES LOMAS



HA SIDO PUBLICADA EN SU BLOG Y PRÓXIMAMENTE SERÁ PUBLICADA EN LA REVISTA DOS ORILLAS (ALGECIRAS-CÁDIZ)

http://palomafernandezgoma.blogspot.com.es/



martes, 17 de diciembre de 2013



BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES  de Francisco Morales Lomas. Alcalá Grupo Editorial. Jaén 2013.
Por Paloma Fernández Gomá
Francisco Morales Lomas. Poeta, narrador y ensayista es una de las  voces más  representativas de la  literatura andaluza del momento. En  esta ocasión hablamos de su última novela,  BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES editada por Alcalá Grupo Editorial. Alcalá la  Real (Jaén) 2013.
Bajo el signo  de los dioses fija  su acción el  los siglos XVI y XVII, época que  vaticinaba el  declive de un tiempo, condenado a desaparecer por los excesos y corruptelas de  todo  tipo, que tienen lugar  en el reinado de Felipe III y de su sucesor Felipe IV. Tristes fueron estos años, donde  los validos, trepadores  y corruptos,  partiendo  de cero se encumbraban a los  puestos más privilegiados. Entre la abundancia se dan las más sórdidas  represalias por quienes  se dedican  a estos  desmanes, que son el “pan nuestro“ de cada día.
Este sería pues, el marco de la trama  donde se desenvuelve  la novela de Francisco Morales Lomas, haciendo  uso de un lenguaje ágil y matizado, en el contexto del tiempo en que se narra la acción; de esta forma se van  mezclando  realidad  con ficción,  llevando así  a escena a los  grandes escritores de aquel tiempo: Lope de Vega o  Miguel  de  Cervantes Saavedra, cuya obra  más  insigne El Quijote es lectura de algunos de los  personajes de la novela. Don Francisco de Quevedo o Luis de  Góngora conviven en virtud  de  la  trama  desarrollada  en Bajo  el  Signo  de los  dioses, con la emperatriz María.
Los personajes ficticios como  Leopoldo del Prado toman protagonismo  junto  a los reales, desarrollando  así  acciones que  reflejan en el transcurso de la novela  todo un tapiz de  matizaciones  que  entre lo  real y lo  imaginario van cautivando al lector, llegando a mezclar, de forma precisa,  hechos acontecidos con pura ficción; para reconducirnos desde la pericia del autor a la realidad que actualmente se  vive  en España.
El libro  comienza con la  muerte del marqués de Siete Iglesias, Rodrigo Calderón, nacido en  Amberes y  valido del duque de Lerma,  para más datos amigo  del ficticio  personaje Leopoldo del  Prado.
Rodrigo  Calderón,  hombre  de  carácter insolente fue  odiado por  los enemigos del duque de Lerma hasta conseguir mermar  su influencia, pero siempre fue amparado por el duque que veía en  Calderón una baza imprescindible  para sus objetivos.
La  muerte de Felipe III, la subida al trono de  su heredero Felipe  IV y la aparición en escena del conde  de Olivares forman parte del contenido del  capítulo II del libro  que nos  ocupa,  donde  también se  habla del comienzo de  la  vida  y obra del  personaje Rodrigo Caderón, marqués de  Siete Iglesias y conde de la  Oliva  de Plasencia.
El encumbramiento de Rodrigo Calderón,  ya en le capítulo  IV del libro, supone  la narración  de una serie  de acontecimientos  descritos  para enmarcar  la  personalidad de  dicho sujeto;  donde  podemos  leer:  Desde entonces, el que sería duque de Lerma y privado del  rey Felipe III, no daría un paso sin Rodrigo, convertido con los  años en el factótum de todas las estafas y marrullerías del duque. El tiempo lo fue cambiando  y el poder lo  fue corrompiendo.
Los siguientes capítulos  del libro: El duque de Lerma. Año 1595 y Dios los cría ellos se  juntan, narran una  serie de  aconteceres que van imprimiendo la corruptela  secular  de su tiempo,  acomodada al  buen pasar  de quienes apoyaban, inducían y miraban  hacia  otro lado, que de esta forma también contribuían a lo mismo.
La vida en la  corte de Valladolid  integra el capítulo VI, para dar paso a Miguel  de Cervantes llega a Valladolid, capítulo VII, donde podemos  leer:
Las nieves cubrían casi todos  los  caminos y a  duras penas podíamos adentrarnos por la embarradas sendas que las casi  invisibles carretas dejaban porque la  nieve lograba ocultarlas rápidamente. Arrebujados  mi amigo Pablo de  Cijuela y yo en nuestras sucias ropas, avezábamos en la tarde ansiando alcanzar la Puerta del Campo antes de que  llegara el  fin  de la  jornada.
De las argucias de los validos, de sus tramas y conjuras serán los capítulos siguientes,  VIII y IX.
Mas luego en  el capítulo X La caída de los dioses podemos  leer:
El enriqueciendo  de Franqueza y Ramírez del Prado había sido tan descarado y en  tan  poco  tiempo que era  una  bofetada al buen  gobierno y, sobre todo,  a Lerma,  que  confió en ellos para  enderezar la  hacienda. Lo  que   no  sabía Lerma es que la hacienda que estaban enderezando  era la propia.
En Asesinos sueltos, capítulo  XI de  la  novela, entra en acción Francisco Juara, quien  conoce a Rodrigo  Calderón y llega a decir:  mientras escribo estas acaso  últimas letras de un momento a otro los fieles de Rodrigo calderón vendrían a por mí  y, si no  logro llegar a tiempo alujar previsto o incluso aunque llegara, mi  vida  habrá  tocado a  su fin.
Nadar y guardar la ropa, La muerte de  la  reina Margarita, El regreso, De peleas  y decesos, son otros de los apartados, junto a:  El fin del duque de Lerma,  donde podemos leer:
Habían cambiado  ya mucho  las  cosa,  sin duda, y aquel despotismo del  duque  de Lerma y su criado Calderón estaba tocando a su término a pesar de que   ahora trataran de apoyarse en Gabriel  de Trejo con el que habían logrado una  gran victoria  al colocarlo  como  cardenal en Roma. Desde allí Trejo  lanzaba proclamas a favor de  Calderón afirmando que era necesario cédulas  con las que exonerara al  de Amberes y que   acabaran con la tempestad que tanto lo asediaba.
El duque de Lerma  llega a ser desposeído por el  rey, pese a lo cual pide para  Calderón el arzobispado de  Toledo ante  las  risas del soberano. Lerma es nombrado cardenal y entra en escena Baltasar de Zúñiga.
Ya en el capítulo XVII de nuestra  novela se entra de lleno  en la  caza  y captura de Rodriga Calderón.
El de Zúñiga y el  conde de Olivares se conjuran contra Calderón, que se ve sin apoyo alguno  y al  final es ejecutado en Plaza Mayor de Madrid.  Hechos que son narrados  en el  capítulo XIX donde el libro toca a su fin.
Podemos leer:
Un  momento  antes de que la comitiva con Rodrigo Calderón hubiera llegado al  cadalso, se había presentado en este el padre fray Gregorio  de Pedrosa flanqueado  de dos  frailes y dos alguaciles de corte. El  padre  Pedrosa subió al cadalso y esperó la  llegad el cortejo.
Al alcanzar la  Plaza de nuevo  uno  de los  pregoneros repitió la noticia:
“Es la  justicia que el  rey nuestro señor mandó hacer a este hombre por haber ordenado matar a otro alevosamente y por ser culpable de la muerte de de otro  hombre,  y por todas las demás cosas por que está condenado contenidas en la sentencia que le manda degollar.
Estas palabras  figuran en el último capítulo donde se concluyen los avatares de quienes guiados por la codicia sembraron el desequilibrio social, la muerte,  la extorsión, la  mentira y la codicia en una España que ya empezaba su declive. Retrato  que quiere mostrarnos Francisco Morales Lomas, para reconducir nuestras miradas hacia una  firme  reflexión sobre los momentos que estamos  viviendo.

domingo, 15 de diciembre de 2013

ENCARNI PÉREZ RESEÑA BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES DE F. MORALES LOMAS

JOSÉ MANUEL GARCÍA MARÍN RESEÑA BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES

BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES

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     El miércoles, 13 de noviembre, a las 20:00, presenté la novela de Francisco Morales Lomas “Bajo el signo de los dioses”, en el Centro Andaluz de las Letras, en Málaga, en calle Álamos 24.
      En la novela histórica, el relato se asienta sobre un acontecimiento histórico ocurrido en una fecha concreta no contemporánea y alrededor de un personaje relevante o anónimo. Su propósito es entretener al lector y divulgar la historia, razón por la que debe abstenerse de modificarla, además de ser fiel a las costumbres, los ropajes, las herramientas o las armas, la gastronomía, la medicina y, al menos, a unas formas de expresión aproximadas, ya que si atendiéramos al castellano antiguo, nadie las soportaría, por su dificultad de entendimiento hoy día. En cambio, en la historia novelada, el personaje, las fechas, las batallas, el hecho histórico en sí, prevalece sobre la narración, por lo que está más cerca del ensayo que de la novela y suele ser más leída por los amantes de la historia que por el público en general; sin embargo, Francisco Morales Lomas, con su novela «Bajo el signo de los dioses», editada en Alcalá Grupo Editorial, ha sabido recoger las virtudes de uno y otro género, para recobrar, en esta ocasión, una figura para muchos olvidada y para otros ignorada: Rodrigo Calderón.

HERMINIA LUQUE RESEÑA LA PRESENTACIÓN DE BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES EN SU BLOG

Bajo el signo de los dioses

14 de noviembre de 2013
   Ayer se presentó en Málaga, en la sede del Centro Andaluz de las Letras, la nueva novela de Francisco Morales Lomas,"Bajo el signo de los dioses". Obra que, junto con "Puerta Carmona" y  "Cautivo" (inéditas aún) forma la trilogía "Imperio del sol". Un ciclo narrativo ambientado en el Siglo de Oro español y que cuenta con Cervantes como uno de sus personajes dilectos. 
   Como el propio autor confesó, la palabra "corrupción" planeaba en su cabeza mientras preparaba la  presentación de este miércoles. Pues no podía ser de otro modo siendo uno de los personajes de la novela Rodrigo Calderón, un "mequetrefe" (según descripción del autor) que llegó a ser riquísimo y, literalmente, el "valido del valido", es decir, el hombre de confianza del duque de Lerma, la persona en la que el indolente Felipe III descargó la pesada tarea del poder.
   Pero en la novela está también presente ese auténtico "contrasímbolo del poder" que es Cervantes. Un personaje con entidad real pero que siempre anda escondiéndose, sobre el que es fácil fabular, que da juego, diría luego Morales Lomas, por ese carácter entenebrecido, oscurecido, de su silueta histórica.
   Como señaló José Manuel García Marín al comienzo de la presentación, Morales Lomas ha compuesto aquí un "mosaico de personajes tornadizos" con intereses contrapuestos, en el que ha volcado su aliento. Tanto en los personajes que tuvieron existencia real (Rodrigo Calderón, el duque de Lerma, Cervantes, Lope, Quevedo...) como en aquellos enteramente ficticios como Leopoldo del Prado (aunque el autor se permita, con este nombre, una pequeña broma casi privada).
   La novela se abre con la estadía de Rodrigo Calderón en la cárcel,  a quien se califica ya de mera "carne de cuchillo". Una novela, en fin, que ofrece un rico panorama histórico y toda la sabiduría de su autor, prometiendo entretenimiento y enseñanza al más puro estilo del dictum clásico.


Francisco Morales Lomas, "Bajo el signo de los dioses". Granada, Alcalá Grupo Editorial, 2013.  

ANTONIO MORENO AYOR COMENTA BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES DE F. MORALES LOMAS EN DIARIO CÓRDOBA




DIARIO CÓRDOBA 


Cuadernos del Sur 

Consagración de un narrador

Francisco Morales Lomas se adentra en las corruptelas del siglo XVII

Antonio Moreno Ayora14/12/2013

Encarcelado en Valladolid desde hacía dos años, el privado Marqués de Siete Iglesias comienza recordando sus últimos días de libertad y el ambiente que ya entonces le era contrario y que acabaría con su procesamiento por orden real. Así, con las correspondientes concreciones, esta nueva novela de Francisco Morales Lomas sitúa al lector a comienzos del siglo XVII, envolviéndolo en las intrigas cortesanas cuya vorágine empujaba al citado protagonista "en mitad del fuego de los odios familiares, de los resarcimientos palaciegos, en mitad del campo santo, muriendo en vida". La suerte del prisionero, cuyo nombre de pila era Rodrigo Calderón, queda descrita con alusiones y citas entresacadas de fray Luis de León, de Villamediana o de El Quijote , todas ellas encaminadas a dotar de un basamento literario al argumento del relato presente, ensombrecido por la malicia "del poder y la fama de la que siempre venía precedida la envidia en España".
Ciertas pinceladas de la infancia de Rodrigo y otros oportunos sucesos de su adolescencia (véase los capítulos II y III) sirven para ir configurando su propia biografía, esbozada en paralelo a la de diversos personajes históricos --pues de la historia más real es de donde se surte esta novela--, y a adelantar que, conseguida por él la posición de secretario del duque de Lerma, llegaría a ser personaje marrullero y vicioso al que "el tiempo lo fue cambiando y el poder lo fue corrompiendo" (página 39).
La contextualización histórica y literaria es fundamental en este libro, y uno de sus basamentos de mayor rigor. Ejemplos de ello pueden ser los capítulos V y VI, en donde se recrea la influencia que la emperatriz María de Austria --hija de Carlos V y tía abuela de Felipe III-- intenta ejercer sobre este último, y el capítulo VII, donde se da voz al mismo Miguel de Cervantes para que este vaya haciendo comentarios referidos a sus propias creaciones, a las que igualmente entronca en su biografía: "...no me fue mal en Valladolid, he de reconocerlo, porque la alegría de la publicación de El Quijote compensó todos los males". Este Miguel de Cervantes ("Manco y penitente, solo me quedaba...", que es como se describe) es el narrador, en primera persona, de los capítulos VII y VIII, en donde va además situando y reseñando anécdotas de otros insignes escritores contemporáneos suyos, como Góngora, Quevedo y Lope, aparte de otros de menor nombradía.
La novela ofrece la característica estructural de ir cambiando de narrador según los intereses del argumento. Aunque en muchos de ellos hay un narrador omnisciente en tercera persona, en otros se va modificando la voz narrativa para acomodarla a los sucesos que alguien cuenta en primera persona. Ello sucede, entre otros, en los capítulos IX y X, donde es el propio Rodrigo Calderón el que recuerda conocidos lances y llega a descubrir la razón del título de su historia al referirse a todas cuantas personas, con sus maniobras y corruptelas, "se creían por encima del bien y del mal" y "Tenían así algo de dioses menores en su estulticia pero dioses bastardos que con un ligero viento podían caer de sus alcores". Es el mismo Rodrigo Calderón el que, aún en el uso de la palabra, dice de sí mismo que "había pasado a ser el favorito de Lerma, su brazo derecho, y, por tanto, me había convertido en el hombre más poderoso tras él". Es esa alternancia de narradores la que permite que otros hablen igualmente del comportamiento político de Rodrigo Calderón, lo que hace un tal Francisco de Juara en el capítulo XI o Lerma más adelante (página 137) al querer concretar que los organizadores de la vida pública se dejan llevar por los intereses personales para acabar reconociendo que "El ser humano se mueve por el beneficio y solo por él es capaz de actuar". Es este el razonamiento que con más frecuencia encontramos repetido en el argumento, donde a veces un narrador puede confirmar que "Todos se enriquecen mientras el pueblo paga", y añadir que por ello esta es una "historia de despropósitos y avispados" (páginas 177 y 179).
En esta sucesión de puntos de vista narrativos, el del hijo de Lerma se deja oír luego en el capítulo XIV para poner en aviso al lector de que la estrella del protagonista estaba próxima a eclipsarse, y ello como un efecto de la caída --relatada en el XVI-- de ese dios que era el potentado Duque de Lerma. Así que el relato, poco a poco, va cerrando el círculo del argumento, y lo suelda definitivamente cuando en el capítulo XVII se vuelve al asunto con que comenzaba la historia, la detención y encarcelamiento de Rodrigo Calderón, al que se le somete sucesivamente (capítulos XVIII y XIX) a un torturador interrogatorio y a una posterior ejecución pública con que se alecciona mostrando que los dioses caen y se desmoronan como una consecuencia de sus propias maniobras, intrigas, delaciones, prebendas y corrupciones de todo signo, que es lo que viene a demostrar esta novela de Morales Lomas, ahora de argumento tan actual.
El autor, junto a la riqueza de sucesos y anécdotas de corte político, ha querido igualmente contextualizar su argumento en la vida cultural y literaria de la época, que tan unida estaba sin duda al acontecer político. Y en esta línea, un capítulo fundamental es el XV, en el que de nuevo se permite al propio Cervantes mostrarse en contra de Lope de Vega ("Nunca me gustó el teatro de Lope ni su vanidad", comienza el capítulo), concretando luego curiosas reflexiones sobre la literatura y la suerte que esta le depararía, y todo ello en unas páginas que evidencian la alta capacidad de Morales Lomas para enhebrar en ellas su saber literario y su sensibilidad para penetrar la biografía de sus personajes, uno de los cuales es este genio universal haciendo recopilación de su vida y de su melancolía en plena vejez: "Pero ahora, puesto ya el pie en el estribo, aquí yazco entre estos almohadones, contemplando la primavera que entra por la ventana, dulce en la blandura de presentir que todo se me está yendo en un hermoso día, como ha sido mi vida (...)".


  
'Bajo el signo de los dioses'. Autor: Francisco Morales Lomas. Edita: Alcalá Grupo. Alcalá la Real (Jaén), 2013.

viernes, 6 de diciembre de 2013

FRANCISCO VÉLEZ NIETO RESEÑA BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES DE F. MORALES LOMAS EN MUNDIARIO


http://www.mundiario.com/articulo/sociedad/signo-dioses-y-filo-cuchillo-corrupcion-no-cesa/20131205101336012818.html

mundiario

 

Bajo el signo de los dioses y el filo del cuchillo la corrupción que no cesa

Por el 05 de diciembre de 2013 en · 

Autor

Francisco Vélez Nieto
Escritor, poeta y comentarista literario. Colaborador de MUNDIARIO.
Bajo el signo de los dioses, de Francisco Morales Lomas, Alcalá Grupo Editorial.
Bajo el signo de los dioses, de Francisco Morales Lomas, Alcalá Grupo Editorial.
Esta nueva novela histórica entre la realidad y la ficción de Morales Lomas Bajo el signo de los dioses, acoge la escritura fina y amena que caracteriza la escritura del autor. Invitando al lector con este signo de los dioses a comparar las fructíferas malversaciones y ganancias para el bolsillo del Duque de Lerma, el hombre más que poderoso del reinado de Felipe III, que se hizo inmensamente rico con el arte de saber manejar el tráfico de influencias, la corrupción y la venta de cargos públicos. De aquí que su lectura permita al lector trasladarla a nuestra panorámica actual, ese mundo de “coge el dinero y corre, que viene ocupando un interesante espacio tanto en la literatura de nuestros días como en la del ayer no tan lejano. Paralelamente la historia representa, señala Morales Lomas, principalmente el homenaje a Cervantes que se le rinde, recordando a los españoles que tras cuatrocientos años seguimos en el mismo lugar y costumbre.
Y es que Miguel de Cervantes nos resulta cercano fruto de la habilidad y estilo ameno como es paseado de un lado a otro de la Corte por el narrador de la historia, logrando una mezcla entre los destacados políticos nobles, la Iglesia e Inquisición, junto los granados escritores del insuperable Siglo de Oro de nuestras letras, trajinando sus dichas, gozos y desventuras, alrededor de ese manco desafortunado en su vivir diario, pero fabuloso en lo creativo por los siglos, de los siglos, sin necesidad de ningún Amen. Aquí la capacidad y maestría del novelista, que discurre entre ficción y realidad por el entramado y enigmático mundo lleno de complejidades y luchas políticas por el poder.
“El guarda le dio un empujón en el hombro y le espetó eres carne de cuchillo” El personaje no era un preso cualquiera, pues se trataba de Rodrigo Calderón (Amberes, ¿1576? - Madrid, 21 de octubre de 1621), político español de estirpe noble, persona activa, ambiciosa y sin escrúpulos, que se convirtió en el hombre de confianza del Duque de Lerma. Siendo nombrado Conde de Oliva, "comendador" de Ocaña y secretario de la cámara, o lo que es lo mismo, secretario del rey. Además contrajo un ventajoso matrimonio con Inés de Vargas” Quien como protagonista real repasa la historia mientras esperas su trágico y cruel final por orden del Rey, volviendo con la memoria desde su cautiverio a protagonizar en retrospectiva todo ese capítulo de la España de 1598 y siguiente siglo, al servicio del Duque de Lerma, Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, como su secretario. La llegada de Felipe III ha al trono español ese mismo año hizo que el Duque de Lerma, quien tuvo gran influencia sobre el rey, fuese nombrado grande de España y no menos odiado, dada su insolencia, por sus enemigos para quien el trabajo de Calderón resultó indispensable en sus manejos y ambiciones insaciables, que bien lo utilizó de chivo expiatorio con lo qua calmar las voces del pueblo. De aquí su arresto el 7 de enero de 1621 siendo salvajemente torturado hasta conseguir que confesase los cargos que contra él pesaban de asesinato y brujería. Confesó el crimen de Juaras, pero rechazó firmemente el resto de los cargos que le acusaban de homicidio y brujería. Los años de cautiverio, día a dia fueron empeorando hasta extremos dolorosos y escalofriantes por los métodos de torturas utilizados. Murió degollado en la plaza Mayor de Madrid el 21 de octubre de 1621.
Una a historia que embeleza al ser narrada de forma deleitable y envolvente por el número de personajes de variadas categorías sociales y literarias que toman vida juntos pero no revueltos de grandes hombres de letras, exponiendo con realismo y ternura la personalidad de Cervantes ilusión que le hizo “encontrarme por aquellas posadas a mis venerados don Quijote y Sancho Panza, de los que oí hablar en las tabernas porque alguien se había dedicado a anunciarlos como si fuesen ángeles que había de llegar de un momento a otro para participar en la buena nueva” perfecta definición del boca a boca por las clases populares protagonista como grandes difusores, verdadero poder mediático de la época, para dar publicidad con curiosas opiniones sobre el autor más mirado con menosprecio, envidia y putadas de sus propios colegas.
Todo por dar saludable vida a un considerado loco protagonista sublime, magisterio perenne de todos los tiempos habidos y por llegar. Enternecedora despedida, semejante al diálogo entre tan entrañable hidalgo y su fiel escudero en conmovedor adió la despedida final del final de El Quijote reacordando hazañas y aventuras. Pero volvamos a nuestro presente y abordemos el ayer junto con la actualidad de esta España empecinada en lo arcaísmo fe la cruz y la espada, negándose a reconocer que los molinos de viento son disfraces empleados por esos gigantes orwelianos que dominan el mundo y a los que don Quijote arremetió haciéndole frente a pecho descubierto con todas las consecuencias.

jueves, 5 de diciembre de 2013

JOSÉ ANTONIO SANTANO Y BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES DE F. MORALES LOMAS


(REPRODUCCIÓN DE LA RESEÑA DEL ESCRITOR Y CRÍTICO CORDOBÉS JOSÉ ANTONIO SANTANO EN LA REVISTA DIGITAL PAPEL LITERARIO.)

También la ha reproducido en la siguiente dirección de su blog: http://www.elolivardelaluna.com/2013/12/bajo-el-signo-de-los-dioses-francisco.html

Papel Literario
Digital
ISSN 1698-3416


4 de diciembre de 2013



"BAJO EL SIGNO LOS DIOSES" DE F. MORALES LOMAS 04/12/2013
JOSÉ ANTONIO SANTANO
EDICIONES ALCALÁ
 

 
Ediciones Alcalá
La novela objeto de comentario en esta ocasión toma el título «Bajo el signo de los dioses» y su autor es Francisco Morales Lomas, quien nos propone un viaje en el tiempo, justo a la esencialidad de una época que sigue suscitando nuestra atención e interés a pesar de los años transcurridos: los siglos XVI y XVII, cuyo conocimiento es  fundamental para comprender mejor nuestro devenir en el conjunto de la historia posterior de España. Morales Lomas nos muestra en esta novela aspectos imprescindibles tanto de la historia social y política de la España áurea (reinado de Felipe III, intrigas y corrupción en el caso del duque de Lerma o Rodrigo Calderón), como de la literaria, que protagonizarán Cervantes, Lope, Quevedo o Góngora. Siempre se ha dicho que profundizar en el conocimiento de nuestro pasado no es sino un aval seguro para construir el futuro. Ambientada, pues, esta novela en ese momento histórico, Morales Lomas construye una narración que bien pudiera, obviando la ambientación propia de la época, ser de una actualidad rabiosa. Y así lo es, al menos, en lo que toca al tema principal de la obra: las intrigas, venganzas y la corrupción política. Los personajes que afloran en «Bajo el signo de los dioses» son, como ya se ha dicho, en unos casos reales, y en otros, pertenecientes a la ficción (Leopoldo del Prado). El discurso narrativo no pertenece a un solo narrador sino que se amplifica o multiplica en voces distintas, en narradores varios, quizá pensada así para contrastar los diferentes pensamientos o ideas.
         El protagonista de esta narración «in extrema res» es Rodrigo Calderón, quien llegó a ser un hombre muy poderoso en la Corte de Felipe III, pero que concluiría su vida siendo degollado en la Plaza Mayor de Madrid. Junto a él, el más poderoso de los hombres, el duque de Lerma. Realidad y ficción se entremezclan con algún guiño a escritores coetáneos, como es el caso de Ricardo Bellveser, a quien el autor de esta novela cita como miembro de la Academia literaria de los Nocturnos en la Valencia del XVI. La narración se estructura en diecinueve capítulos, cada uno de ellos, y a manera de puzzle, cuenta los hechos que se suceden en el tiempo y que conforman la novela en sí misma. Muchas de las situaciones que se narran en esta novela son coincidentes con los acaecidos en la España actual, como es el caso que motiva el traslado de la Corte a Valladolid: «Señora, después que ha faltado el rey viejo y han cambiado los ministros y consejeros, y han aparecido estos otros que no entienden ni saben de negocios sino de su propio oficio, aquí no hay orden ni concierto y se ha trabucado todo de pies a cabeza. Debe saber V.E. que la hacienda real amenaza ser llevada al naufragio total y a la ruina. Pero el rey el incapaz de dejar de hacer mercedes a Lerma y a sus paniaguados. […] Y debe saber aún más, que debido a ello, a la influencia que S.E. ejerce en su nieto advirtiéndole de los excesivos juegos, jornadas, gastos y despilfarro de los ministros… ha ordenado el duque que la Corte se mude a Valladolid, aunque haya disgusto universal. El teatrillo lo ha cambiado de sitio el autor-Lerma y con ello se ha llevado a todos los actores del retablo». La especulación inmobiliaria y el resultado desorbitado de las ganancias derivadas de tan magno negocio estaba servido. El control de Lerma sobre el rey era total, «hasta el punto de que controla también el dinero de bolsillo que tiene el monarca y del que no necesita dar cuenta a nadie».
         Otro aspecto a resaltar de esta novela es la presencia en sus páginas de los grandes hombres de las letras: Cervantes, Lope de Vega, el joven Quevedo, Luis Vélez de Guevara o Góngora, al hilar un discurso en el que la literatura se presenta como el más grande patrimonio espiritual de la humanidad, aun incluyendo las desavenencias con otros escritores, como en el caso de Cervantes, que no gusta del teatro de Lope ni de su vanidad, y añade como «tampoco me gustaban su enajenación con el poder y con el valido de Lerma, al que halagaba siempre que podía, como había sucedido hace unos meses con la obra que estrenó en Lerma, El premio de la hermosura, un absoluto dislate pagado por el duque, atlante del peso de esta monarquía». Morales Lomas nos presenta la sociedad de la época: «Las cosas que suceden en esta nación de pícaros solo tienen sentido en ella», algo que también pensamos en estos principios del siglo XXI; el retrato pretende ser lo más ajustado a aquella realidad –coincidente con la actual-: «El ser humano se mueve por el beneficio y solo por él es capaz de actuar. Es un principio básico que si no se conoce, mejor es no andar metido en política». Tales extremos se evidencian más aún cuando en uno de los diálogos que componen la novela se llega a decir: «A mí no me preocupan estos (refiriéndose a los ladrones) de poca monta sino los que están arriba. Todos se enriquecen mientras el pueblo paga». Pero también Morales Lomas ha querido retratar el espectáculo de la muerte en aquellos días, mediante la ejecución pública del conde de la Oliva y marqués de Siete Iglesias, Rodrigo Calderón, protagonista de esta novela. La muerte de un noble como castigo ejemplarizante: «No todos los días de su vida contemplarían morir (acaso ninguno) a un grande como al más humilde de los mortales. Y ese espejismo, ese pasatiempo pedestre, encendía lo mórbido y pasional». Este es el acabamiento definitivo, el último silencio y la rotunda oscuridad, la única verdad que nos iguala a todos: la muerte.
         Es, pues, «Bajo el signo de los dioses» una novela amena, donde el lenguaje, la palabra, fulge en cada página, como es propio en Morales Lomas, dado su oficio de poeta, narrador, ensayista, crítico y profesor universitario, con conocimiento exhaustivo del Siglo de Oro español.


 


domingo, 1 de diciembre de 2013

DIARIO ALMERÍA RESEÑA DE JOSÉ ANTONIO SANTANO SOBRE BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES DE F. MORALES LOMAS


http://www.elalmeria.es/article/ocio/1657690/bajo/signo/los/dioses.html#

Diario de Almería


CULTURA



SALÓN DE LECTURA. POR JOSÉ ANTONIO SANTANO

Bajo el signo de los dioses

| ACTUALIZADO 01.12.2013 - 05:00


La novela objeto de comentario en esta ocasión toma el título «Bajo el signo de los dioses» y su autor es Francisco Morales Lomas, quien nos propone un viaje en el tiempo, justo a la esencialidad de una época que sigue suscitando nuestra atención e interés a pesar de los años transcurridos: los siglos XVI y XVII, cuyo conocimiento es fundamental para comprender mejor nuestro devenir en el conjunto de la historia posterior de España. Morales Lomas nos muestra en esta novela aspectos imprescindibles tanto de la historia social y política de la España áurea (reinado de Felipe III, intrigas y corrupción en el caso del duque de Lerma o Rodrigo Calderón), como de la literaria, que protagonizarán Cervantes, Lope, Quevedo o Góngora. Siempre se ha dicho que profundizar en el conocimiento de nuestro pasado no es sino un aval seguro para construir el futuro. Ambientada, pues, esta novela en ese momento histórico, Morales Lomas construye una narración que bien pudiera, obviando la ambientación propia de la época, ser de una actualidad rabiosa. Y así lo es, al menos, en lo que toca al tema principal de la obra: las intrigas, venganzas y la corrupción política. Los personajes que afloran en «Bajo el signo de los dioses» son, como ya se ha dicho, en unos casos reales, y en otros, pertenecientes a la ficción (Leopoldo del Prado). El discurso narrativo no pertenece a un solo narrador sino que se amplifica o multiplica en voces distintas, en narradores varios, quizá pensada así para contrastar los diferentes pensamientos o ideas. 


El protagonista de esta narración «in extrema res» es Rodrigo Calderón, quien llegó a ser un hombre muy poderoso en la Corte de Felipe III, pero que concluiría su vida siendo degollado en la Plaza Mayor de Madrid. Junto a él, el más poderoso de los hombres, el duque de Lerma. Realidad y ficción se entremezclan con algún guiño a escritores coetáneos, como es el caso de Ricardo Bellveser, a quien el autor de esta novela cita como miembro de la Academia literaria de los Nocturnos en la Valencia del XVI. La narración se estructura en diecinueve capítulos, cada uno de ellos, y a manera de puzzle, cuenta los hechos que se suceden en el tiempo y que conforman la novela en sí misma. Muchas de las situaciones que se narran en esta novela son coincidentes con los acaecidos en la España actual, como es el caso que motiva el traslado de la Corte a Valladolid: «Señora, después que ha faltado el rey viejo y han cambiado los ministros y consejeros, y han aparecido estos otros que no entienden ni saben de negocios sino de su propio oficio, aquí no hay orden ni concierto y se ha trabucado todo de pies a cabeza. Debe saber V.E. que la hacienda real amenaza ser llevada al naufragio total y a la ruina. Pero el rey el incapaz de dejar de hacer mercedes a Lerma y a sus paniaguados. […] Y debe saber aún más, que debido a ello, a la influencia que S.E. ejerce en su nieto advirtiéndole de los excesivos juegos, jornadas, gastos y despilfarro de los ministros… ha ordenado el duque que la Corte se mude a Valladolid, aunque haya disgusto universal. El teatrillo lo ha cambiado de sitio el autor-Lerma y con ello se ha llevado a todos los actores del retablo». La especulación inmobiliaria y el resultado desorbitado de las ganancias derivadas de tan magno negocio estaba servido. 

Es, pues, «Bajo el signo de los dioses» una novela amena, donde el lenguaje, la palabra, fulge en cada página, como es propio en Morales Lomas, dado su oficio de poeta, narrador, ensayista, crítico y profesor universitario, con conocimiento exhaustivo del Siglo de Oro español.

Datos sobre José Antonio Santano
http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Antonio_Santano_(poeta)